Perdón mami.

Seguido no sé como comportarme. Mi mente se nubla con espasmos psíquicos que me permiten ver mi cuerpo caminando sin rumbo.
Me gusta perderme entre la multitud drogada con tecnología y estupefacientes. Mi corazón desgastado quiere ser invisible.
La muerte toca mi hombro al ver que sigo sin encontrar el camino. La cruz se voltea porque ve que mi cabeza es más necia que el corazón de un fariseo.
Saber que mi psicosis cubre cada célula de mi piel, que la marchita y la come como un cáncer a mis pulmones.
Mi lengua pierde saliva para luchar.
Y un pájaro negro rodea mi camino para comer mis ojos dilatados. Sus ojos rojos son tan profundos que hace que lo siga, con miedo, porque me queman.
Camino con el estómago lleno de mariposas muertas.
Mi mente tiene hipo. Creo que es normal después de tanto alcohol.
Dejo de querer decir la verdad con amor, a simplemente decirla, con toda la crudeza y la putrefacción que la acompañan.
Sólo quiero cerrar los ojos y quedarme dormida.
Disolverme.
La locura me abraza con tanta calidez que recuerdo ser amada.
¿Y si nada se arregla?
El camino áspero no llega a su fin. Sólo queda doparme hasta morir.
Parece que le rezo a la nada. Todo lo que pido no se me da. Y lo bueno se ceba ante mis ojos.
La llama se va porque no sé como caminar.
Perdón por el daño hecho, lo hago porque ya estoy algo más vieja y no sé cómo llevar más mi cruz.
Sólo me queda escribir para abrir mis heridas para ver como sale mi hiel. Y sangrar más.
¿Qué no todo iba a mejorar? Mi corazón vagabundo solo quiere morir.
Porque ya no hay razón para buscar una luz.
Entregarme al olvido.
Ser polvo.
Veo mis pasos quebrantados, esta ansiedad no me deja respirar paz. Mis pulmones se vuelven a marchitar.
Las pesadillas me visitan cada noche, para recordarme lo que me espera durante el día.
Y mientras escribo esto, mis amigos reciben bromas para recordarles mi felicidad cristalina... y falsa.
Cerrar los ojos.
Y dejar que mi piel se carcoma con el fuego.
Pierdo la razón con cada día que pasa.
No sé como bajarme.
Pero mis tripas no dejan de crecer.
Canto dormida, para buscar una paz inexistente.
¿Dónde esta mi camino?
Esa cruz sigue sin responder.
Cerrar los ojos y entregarme al olvido.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ser Feminazi

El renacer de una adicta.

Espero tus mensajes