Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2020

Máquinas.

Imagen
  “Somos máquinas” es lo que percibo mientras voy en el camión matutino hacia mi trabajo. Veo a mis compañeros abstraídos en el periódico donde nos incitan a trabajar para evitar otra crisis, nos vemos uniformados de forma inconsciente para aparentar un estatus social mejor que el que tenemos, con nuestros sombreros galantes, nuestras gabardinas negras y el periodico gris; bombardeados por noticias y anuncios que no solo estan en papel, sino también en el camión: “trabajen más” dicen, no específicamente, pero entre líneas, “compra más no nos hemos hecho lo suficientemente ricos con tu miseria”, dice el anuncio con una mujer que atrajo la mirada de mi jefe, como si ella fuera carne, como si ella misma estuviera en venta.  Pero qué más da pensar todo esto, mi formación y la espina que mis profesores me incrustaron para cuestionarlo todo; ya casi llego al trabajo, donde soy un número más y mis pensamientos no importan.

Diálogo con una mosca.

Hola, soy de nuevo yo. Hace mucho que no caminas por aquí, regresaron tus ojeras, esas que siempre llamaban a lo más tortuoso de tus sueños. Veo que de nuevo estás vacía, rota, y tu salud sale como agua drenada. Y no haces nada. Tus ojeras cantan, cantan todo el miedo que tienes: a la soledad, el vacío, tu economía y tú físico tan alejado a los estereotipos. Desde aquí puedo ver qué no te soportas, el mounstro que eres es el que ves, no te lo voy a negar, si llegaste aquí buscando compasión estás en el lugar equivocado. Tú falta de amor propio lo hace un poco más visible. Y mírate, ya estás temblando, temblando por aquellos abrazos que jamás serán dados, que jamás te dieron y jurabas no necesitar. Pero esos solo te rompieron más. ¿Recuerdas cuando eras feliz? Claro que no, pues jamás lo haz sido, solo haz bebido de él en instantes compartidos, cuando no estás sola o cuando olvidas quién eres. Pero hoy lo acabas de recordar, y esta vez será más difícil de olvidar. Cada día, en su moment...