Entradas

Mostrando entradas de julio, 2018

Mi mamá, la nahual

“Cada vez que le leas la mano, si la persona no te hace caso, se te regresará a ti lo malo que le iba a pasar a la persona 7 veces”. Me encontraba en “Las Rosas”, con la inseguridad que me caracteriza al tener que enfrentarme ante una situación nueva, buscando algo de qué hablar, que inquietara mi mente y mis centros. Sin respuesta aparente ante mis suplicas de que sucediera algo increíble en la plaza, más que parejas caminando, familias con globos de graduación (quizás por las fechas), personas disfrutando de un café y de charlas con personas que previamente las habían citado, pajarillos cantando, uno que otro perro deambulando, etcétera.   Los arboles presentaban su habitual verde y las flores no se veían más coloridas de lo común. Siguiendo el caminar de las personas, mi mirada se dirige a una mujer de cabello oscuro, piel morena, que capto mí atención por tener tatuajes semejantes a la de una amiga y por otra característica: tenía un tendido que mostraba aretes con plumas...

Muero de amor

Y esque muero de amor, y no por ti cielo que iluminas mis días más frívolos en la madrugada, o me despiertas de pesadillas donde niños mueren por inanición, sino por falta de amor al prójimo. Por el egoísmo que sujeta nuestros días rumbo a nuestras jornadas laborales, por qué no somos capaces de quitarnos el bocado de la boca por alguien que no ha visto algún alimento en días. Muero por la desesperanza en los días ajenos y por el desaliento en la propuesta de una noble causa. Muero por los horrores que deben soportar hombres y mujeres por su género. Prefiero morir cada de mostramos desinterés por nuestro país a pesar de pedir a gritos despertar. Nos morimos al buscar un beneficio único, olvidándonos de que compartimos el aire cada día.  De que existe un otro que brilla al caminar, aunque varios van sin alma transcitando la ciudad.