Cuentos para niños ambidiestros

Las frustraciones siempre vienen de la mano en un día, pero terminan acondicionadas para ser más duraderas. ¿Te imaginas pasar cada día de tu vida frustrada por sueños inconclusos y que tu única esperanza sea que tienes quizás tiempo de hacerlos? Pero jamás harás nada si sigues igual. Brenda va por la calle sin mirar a nadie, con su cabello largo castaño claro pensando porque no ha logrado suicidarse mientras ve las marcas en su brazo. En su vida no le va mal, simplemente es monótona y no hay nada más cansado que llevar sobre los hombros una rutina diaria y sobre todo una rutina impuesta por sus padres. No los culpa de sus sentimientos, ni de su estilo de vida pero no sabe como huir de ellos. Fin.

Estos episodios van creciendo con forme gira la tierra al rededor del sol y la luna sale a darnos sus besos de plata. Sigo con la misma expresión inequívoca: ¿Se nace para morir? Con forme pasas los días aparece que esto es más cierto. El alcohol se vuelve un buen amigo, como aquellos que siempre están ahí para ahogarte. Realmente disfruto ahogarme en él. Dicen "respira profundo e imagina que lo malo sale con cada exhalación" Y en mi mente parece que sale inmundicia de mi nariz, toda la mierda atorada de mis amaneceres solares. Y sigo tomando un trago para enmudecer a mi súper yo. Realmente no sé si es súper yo, yo o ello. Los tres sabemos que sobramos en la sociedad.

Me considero una persona difícil, no es fácil estar mi lado.  Mis cambios constantes de humor no ayudan al romance, pero en serio te necesito. Me da miedo perderte, no saberte, crecer sin ti me parece un abismo. Pero te quiero confesar algo amor: Mi mente no esta bien, desde hace meses empieza a decaer de nuevo. Creo que el mundo se acabará y las noticias no ayudan a acabar con este pensamiento, siento que todo es tan efímero que creo que todo se puede quebrar con un suspiro de arranque, y eso temo por nosotros. Tu eres el anclaje a la realidad y cuando no estas desvanezco. Me sudan las manos y el piso se vuelve resbaloso, solo hay agua al rededor, e intento sujetarme de ti. Sé que es mucho peso para alguien, pero ¿qué puedo hacer sin ti? Me siento ajena incluso al escribir estas palabras. Para este nuevo inicio te pido paciencia, te recompensaré todo al final, pero necesito que seas un peso a la realidad, porque sino me iré flotando. El camino ha surgido con baches, inund...